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Cronología de un robo en Necochea - Febrero de 2016.

"Un programa espía delata a los presuntos autores del ilícito."

Esta cronología pretende salvar cualquier responsabilidad sobre la divulgación de la causa penal sobre la externación compulsiva del hospital Borda, radicada en el juzgado federal del Dr. Ariel Lijo.

 

El día 20/02/2016 la familia viajó a Necochea, para pasar allí un descanso de diez días. El año 2015 había sido intenso, en gran parte por las alternativas judiciales y extrajudiciales de la defensa de los derechos de un discapacitado, de manera que se imponía hacer un breve alto en la actividad y preparar el cuerpo y la mente para recomenzar con ahinco lo que nos esperaba en 2016. Alquilamos la misma casa que el año anterior, ubicada a cinco cuadras de la playa, en la esquina de las calles 24 y 89. Es una zona residencial con lindos chalets, poblada con árboles frondozos,  y aromada por los eucaliptus del Parque Lillo, que está a una cuadra de proximidad.

No fue mucho el tiempo que pudimos descansar. El lunes 22/02/2016 salimos todos a caminar por la peatonal 85, entre las 9 y las 11 de la noche. Dejamos el auto estacionado en el boulevard de la Avenida 2, y como estimamos que tardaríamos un rato en pasear por las peatonales y comprar cosas, pagamos tres horas de estacionamiento.

No alcanzamos a pasear tres horas, sino menos de dos. Al regresar a la casa, que había quedado cerrada convenientemente, nos encontramos con que habían sido violentados la persiana y el ventanal del comedor que da a la calle 24, y que por ahí unos ladrones se habían llevado todas nuestras pertenencias. Los objetos robados fueron los siguientes:

2 celulares Nokia 530, un Gps. Garmin, una tv smart de 23 pulgadas marca Samsung, una valija completa con ropa, carteras con documentos del vehículo (cédula verde, registro de conducir, patente, vtv, certificado de gnc, etc.), pendrives con información, depiladora, anteojos, zapatos, y muchas cosas más que vamos detallando a medida que advertimos su carencia.

De inmediato fuimos a la comisaría Nº 3 de Necochea, ubicada en las calles 83 y 8, e hicimos la denuncia, unos minutos más tarde de las 21.00 hs.:

     

Mientras algunos de nosotros estábamos en la comisaría, la esquina de las calles 24 y 89 se llenó de luces estroboscópicas azules de los móviles policiales. Los vecinos se acercaron para ofrecernos su solidaridad. La policía científica tomó huellas dactilares y de pisadas, y enchastró el comedor y uno de los dormitorios con el carboncillo negro que suelen usar para este menester.

Cuando completamos el trámite en la comisaría 3 fuimos a un cyber y nos dedicamos durante más de una hora a cambiar contraseñas y borrar contenido de la nube que tenía la netbook. También nos logueamos en "Prey" y marcamos la netbook como robada. El rastreador no pudo ubicarla, pero quedó configurado para enviar información vía mail en caso de que lograra dar con ella. Configuramos la cuenta de correo uilizada para "Prey" en el celular de nuestra hija, que por fortuna lo tenía consigo en el momento del robo (fue todo cuanto le quedó).

Nos preocupaba particularmente la información contenida en los pendrives y en la computadora, especialmente la denuncia penal realizada el día 30/12/2015, relativa a la externación compulsiva del hospital Borda. Esa denuncia quedó radicada en el Juzgado Federal Nº 4, a cargo del Dr. Ariel Lijo, Fiscalía Nº 10, Causa 14.735/15. Dado que las causas penales son de orden reservado, y que en ésta en particular las personas aludidas tienen cargos públicos, temimos que de alguna manera se filtrara esa información (esa y otra que estaba copiada en el dispositivo robado), y que se nos hiciera responsables de su divulgación. Más allá de eso, el aparato contenía cientos de fotos familiares, documentos bancarios, todo lo que almacena una familia en esta clase de aparatos, aunque sólo eran copias de originales que estan guardados en medios de almacenamiento y servidores que habían quedado en Capital Federal, nuestro lugar de residencia.

Habíamos tomado la previsión de incorporar a la netbook robada el referido programa "anti robo" (o mejor llamarlo "de rastreo", porque eso es lo que hace), llamado "Prey". También habíamos habilitado el inicio de Windows 10 con una clave muy sencilla ("1 2 3 4"), porque en caso de robo lo mejor era que pudieran hacer funcionar el equipo y permitir que se conectara y activara el Gps, a fin de dar con su localización. Está probado que alguien que desconoce una password lo primero que hace es escribir "1234", y contamos con eso.

El día 23/02/2016, entre las 11:05 y las 11:45 de la mañana, uno de los teléfonos robados se encendió. Enviamos mensajes a quienes lo tenían, ofreciéndoles dinero para que nos devolvieran los documentos de nuestro vehículo, que se habían llevado junto con todo lo robado. Ese mensaje lo recibieron, vía Whatssap, pero no lo respondieron. Poco después les enviamos un segundo mensaje, aumentando la cantidad ofrecida y diciéndoles que podían quedarse con los objetos materiales, incluso con la computadora (cuya clave "1234" les hicimos saber). Este mensaje nunca lo recibieron, pues habían apagado el celular. De manera que la contraseña de la netbook la descubrieron solos, no porque se trate de genios de la informática sino porque, como dijimos, la password era convenientemente fácil de descifrar.

Pensamos que no íbamos a volver a tener señales de los celulares robados. Esperábamos, en cambio, que alguien cometiera el error de encender la netbook, que incluso podía conectarse a través del servicio de Internet proporcionado por los propios teléfonos. Es decir que si activaban alguno de los celulares y la computadora, ésta se conectaría a través de aquéllos, porque estaba configurada así, y poseía los datos de conexión de los dos móviles. También pensábamos que nada de esto iba a ocurrir si se trataba de ladrones avezados, de forma tal que lo único que podíamos hacer era esperar.

Almorzamos y descansamos, estresados aún. A las 16:30 hs. la familia se fue en el auto a comprar cosas a Toledo, y ropa al centro viejo de la ciudad, ya que nos habían llevado prácticamente todo y dejado "con lo puesto". En la casa se quedó Héctor, el jefe de la familia, porque no quería que quedara vacía. La actividad de los que estaban comprando se interrumpió cuando el teléfono de Cecilia, la hija, comenzó a recibir reportes de "Prey". Dejaron lo que estaban haciendo y volvieron a la casa con esa información. Eran las 17:30 hs. Sin perder un minuto fuimos nuevamente a la comisaría 3 y realizamos una ampliación de la denuncia, proporcionando toda la información que nos enviaba cada diez  minutos el sistema de rastreo. También incorporamos en esta ampliación datos de elementos cuyo faltante habíamos advertido después de la denuncia original.

La ampliación de la denuncia, realizada el 22/03/2016 a las 18:00 hs.:

El soft "Prey" envió un reporte cada 10 minutos, indicando que la netbook se encontraba en esta zona:

Los reportes de "Prey" incluían fotos de los que estaban usando la computadora, mapa de la localización, screenshot (capturas de pantalla) de lo que estaban viendo en ese momento, datos del modo como se conectaban a Internet, etc. La hora exacta es la que ponemos en la primera columna, como bien puede verificarse en los screenshot. Estos fueron los informes:

Fecha y hora Mapa Foto Screenshot Datos
2016-02-23 18:10:02
2016-02-23 18:20:04
2016-02-23 18:29:57
2016-02-23 18:39:57
2016-02-23 18:49:58
2016-02-23 18:59:56
2016-02-23 19:10:03
2016-02-23 19:19:57
2016-02-23 19:30:02
2016-02-23 19:39:56
2016-02-23 22:50:02
2016-02-23 20:00:01
2016-02-23 20:10:02
2016-02-23 20:19:58
2016-02-23 20:29:57

Mientras recibíamos los reportes, intentábamos explicar en la comisaría 3 de Necochea de qué se trataba la cosa. Hicimos la ampliación de la denuncia, mientras pedíamos por favor que fueran al sitio indicado por el sistema de rastreo para recuperar nuestras cosas. Una de las oficiales usó su propia netbook personal para bajar del sitio "Prey" la foto de los presuntos autores del ilícito. Según supimos al día siguiente, de boca de la principal de la comisaría, "nunca habían visto nada así", a pesar de que se trataba de un programa bastante común, del cual hay innumerables versiones.

A eso de las 19 hs. la ampliación de la denuncia estaba terminada, y a ella se habían incorporado los datos del programa: fotos, mapas, datos de conectividad, etc. Entonces pedimos que por favor realizaran un allanamiento en ese domicilio. Nos explicaron que la cosa no era así, que un allanamiento "no es algo tan fácil de lograr", que había que seguir ciertos protocolos. Agregaron que recién podrían enviar el pedido de allanamiento al fiscal al día siguiente, miércoles a la mañana, y que hasta entonces no podían hacer nada. Frente a esta situación pedimos que notificaran al fiscal de turno, porque sin duda que lo había. Nos dijeron que era el mismo, pues el fiscal cambiaba semanalmente (de lunes a lunes). Y nos dieron el nombre del fiscal de turno: doctor Roberto Mirada.

Insistimos en que se comunicaran con el fiscal y le pidieran el allanamiento de inmediato, antes de las personas de las fotos se deshicieran de nuestras cosas. Eso hicieron, según dijeron. A partir de aquí vamos a relatar lo que sucedió en la comisaría, y todo lo que nos fueron informando.

Dos agentes de civil se presentaron y dijeron dos cosas. Primero, que reconocían sin duda al hombre de la foto que habíamos llevado, porque ya había tenido problemas con la ley. Después informaron que se habían comunicado con el fiscal. Afirmaron que éste, doctor Roberto Mirada, había solicitado, como condición ineludible para el allanamiento, que se le proporcionara el domicilio exacto donde estaba la computadora (y supuestamente nuestras demás pertenencias), de manera que ellos, los agentes, tenían que ir hasta la zona e indagar para obtener ese dato preciso, sin el cual el fiscal no autorizaría el procedimiento. Héctor Gorla, el daminficado, pidió que lo dejaran ir con ellos hasta el lugar, a lo cual accedieron siempre y cuando no bajara del vehículo.

Así fue. En un auto particular los dos agentes y el señor Gorla fueron hasta la calle 34, entre 53 y 55, alrededor de las 8 de la noche, a cumplir lo que había requerido el fiscal Mirada. El agente Correa llevaba la foto proporcionada por el soft, de una mujer que estaba sentada frente a la computadora robada. Con esa foto iba a intentar determinar el domicilio exacto, preguntando "en los alrededores". Los agentes estacionaron el auto en la calle 34, a las 20:30 hs., y tocaron timbre en una casa donde se veía gente a través de una reja. Héctor Gorla se quedó esperando en el auto y vio la escena desde cierta distancia, a través de la luneta trasera. De la casa salieron dos mujeres, que mantuvieron una conversación con los dos agentes. Cuando éstos regresaron al vehículo, dijeron que justo habían mostrado la foto a la mujer a quien pertenecía, y que frente a esa contrariedad (habiéndose identificado) le mintieron que habían encontrado un celular con fotos, y que tenía que ir a retirarlo a la comisaría. Agregaron que la mujer había recordado que efectivamente, "hacía dos años le habían robado un celular".

Todos regresamos a la comisaría, ya con el domicilio establecido indudablemente para el allanamiento. Lo cierto fue que en el mismo momento en que los agentes sostuvieron el diálogo con la mujer de las fotos, la computadora dejó de enviar información, tal como se observa en los reportes. El último fue enviado precisamente a las 20:30, hora en que los agentes se hicieron presentes en el domicilio. Suponemos que eso los alertó, o notaron que la foto que le mostraban los agentes no era de dos años antes sino de ese mismo día.

Al regresar a la comisaría el señor Gorla preguntó cómo seguía el trámite para el allanamiento. Le dijeron que el fiscal quería tener el pedido a las 9 de la mañana del dia siguiente, en su oficina. Incluso le comentaron al señor Gorla que tenían que enviarlo justo a las 9, "porque si lo mandaban a las 8 el fiscal lo rechazaba".

A las 8:45 de la mañana del día 23/02/2016 el señor Gorla y su esposa se hicieron presentes en la colmisaría 3 de Necochea, a fin de seguir de cerca el trámite para el allanamiento. Les informaron que acababan de firmar el pedido, y que en ese mismo momento estaban enviándolo a la UFI Nº 30.

El matrimonio Gorla se dirigió entonces a la UFI 30.

En la UFI 30 el señor Gorla sostuvo una ríspida conversación con la instructora de la causa, doctora Silvina Trinchero. Se le hizo saber a la doctora Trinchero que desde la tarde anterior el fiscal Mirada había sido informado del asunto, y se le recalcó su inactividad en el presente caso, pues en lugar de actuar de inmediato, teniendo la información precisa del sitio donde estaba la computadora y de los presuntos autores del robo, lo único que hizo fue posponerlo para el día siguiente.  Ella sostenía, en cambio, que la fiscalía acababa de tomar conocimiento del asunto, y que en ese mismo momento estaban elevando el pedido de allanamiento al juzgado del doctor Guillermo Llugdar, sito en calle 87 y 6. (Más adelante, a través de charlas telefónicas más tranquilas y amables, la doctora Trinchero explicaría que en la comisaría nos habían malinformado, como a muchas víctimas, y que jamás se comunicaron con el fiscal de turno.)

 

El matrimonio fue entonces al juzgado del doctor Guillermo Llugdar, donde el señor Gorla también intentó que los empleados entendieran que desde el día anterior, a las 18.00 hs., estaba buscando que la justicia recuperara sus pertenencias y aclarara el ilícito del que él y su familia habían sido víctimas. Después de un altisonante intercambio de opiniones, en que incluso se mofaron del damnificado "por traer una computadora con cosas importantes en sus vacaciones", agregaron que el juez acababa de autorizar el allanamiento, y que la comisaría 3 sería informada de inmediato.

El señor Gorla y su esposa volvieron a  la comisaría 3. (Ya eran más de las 10 de la mañana.) Ahí comunicó él mismo que el allanamiento había sido autorizado, y fue informado de que no se le permitiría participar en el mismo, con lo cual estuvo de acuerdo. Le sugirieron también que fuera al Registro Civil, en calles 58 y 61, a realizar una "exposición de extravío", lo cual hizo, a pesar de que la documentación no se había perdido sino que había sido robada. En el registro Civil le dijeron que había que realizar una exposición por cada documento "extraviado", con un costo unitario de casi 100 pesos (si mal no recordamos). Decidimos hacer una sola exposición, y detallar todos los documentos en ella, para abaratar costos.

A las 11:00 la familia decidió distenderse e ir a la playa, para sacarse de encima algo del stress producido por los acontecimientos, las discusiones, las demoras en el accionar de la justicia local. A las 11:45 se recibió en el celular de Cecilia la llamada de alguien que se identificó como oficial de la policía, y dijo que se encontraba "realizando el allanamiento". Preguntó "dónde estaba la computadora", porque "estaban dando vuelta la casa y no encontraban nada". Le dijimos que estaba frente a una heladera con un número "90", que era lo que se veía en las fotos. Eso fue lo último que supimos.

El allanamiento dio resultados negativos. Entre el momento en que se entregó en la comisaría la información y el del procedimiento, pasaron 18 horas, ya sea por culpa de la comsiaría o de la UFI 30. El día 23/02/2016 los vecinos del barrio (calles 24 y 89) realizaron una reunión, a fin de quejarse de la gran cantidad de robos de que no sólo éramos víctimas los turistas, sino los propios residentes. Estuvo presente el secretario del intendente. Esto salió en la televisión local del día siguiente, 24/02/2016:

El señor Gorla fue entrevistado por el mismo noticiero, y relató suscintamente lo mismo que está contenido en esta página web:

 

Los diarios y los portales se hicieron eco de la historia, el 24/02/2016, y por ahí la familia conoció nombres y situaciones de los que no había sido informada por la policía o la justicia. Aquí algunos ejemplos:

          

El día 26/02/2016 la familia decidió anticipar su regreso a Buenos Aires, porque ya ninguno quería permanecer en Necochea. Aquí nos interiorizamos del funcionamiento de un sitio de facebook llamado "Bolishop", ya que varias personas de la ciudad de Necochea, incluyendo a algunos policías, nos indicaron que en este sitio se comercializaban muchas cosas, y que quizá allí pudiéramos dar con algunos de los objetos que nos habían sustraído. Publicamos en "Bolishop" dos fotos de Prey y los datos de la computadora robada, advirtiendo que tal vez intentaran comercializarla por allí. Pusimos incluso el número de serie del dispositivo:

La computadora no apareció, pero en cambio mucha gente nos dijo que reconocía a los personajes de las fotos. Nos aportaron nombres y datos, lo cual no nos interesaba porque todo el asunto estaba en manos de la justicia. Sin embargo, una persona que dijo ser abogada de Necochea asumió que lo que estábamos haciendo era un "escrache social", y amenazó con que su "patrocinado" iniciaría acciones legales contra nosotros, por "mancillar su buen nombre". En cuanto al hecho de haber sido "estafados en su buena fe", el señor Gorla le aclaró que si habían comprado por 1.000 pesos (según le había dicho un conocido del imputado) un objeto cuyo valor superaba los 10.000 -tratándose de una Asus Transformer Book-, claramente y sin duda era un objeto robado, e incluso en ese caso habían cometido un delito:

El señor Gorla le explicó a esta señora que estaba en todo su derecho a difundir las fotos que le había aportado su software de rastreo, y que jamás había divulgado nombres, sino sólo fotos y mapas. Los nombres habían sido publicados por los diarios de Necochea, y en realidad los damnificados ni siquiera sabíamos exactamente la identidad de los supuestos imputados. También se le proporcionaron teléfonos y mails, porque si en realidad el "patrocinado" era gente de bien, lo menos que podía hacer era ponerse en contacto con el denunciante, dar la cara y ofrecer las explicaciones del caso, cosa que jamás sucedió. Se convino entonces en que se suspendería la publicación de las fotos por unos días, y a cambio el imputado contribuiría con la justicia para que algunos de los objetos robados fueran recuperados (por lo menos el que positivamente había estado en su poder). Se le solicitó a la señora Francisca su matrícula de abogada, pero no proporcionó ese dato. Mientras tanto, "bolishop" borró toda la información acerca de este tema, y bloqueó al usuario que la había subido.

A partir de entonces el señor Gorla realizó llamadas a la UFI 30. En la primera dé ellas pudo hablar con la doctora Silvina Trinchero, quien le informó que no se sabía nada de los objetos robados, y que cualquier novedad se comunicaría. También dijo que la señora Francisca del Hoyo no era parte de la causa, y que más aún, ni siquiera la conocían como abogada en Necochea. La señora del Hoyo insistía en que trabaja en un estudio de abogacía, y que estaban por iniciar acciones legales relativas a este caso.

Pocos días después de que la familia dejó la ciudad, el 04/03/2016, los vecinos de la villa Mitre organizaron una marcha hasta la Fiscalía de Necochea, entre otros por este caso:

 

Unos videos reflejan el episodio:

La fiscal Duarte no quería salir a hablar a la gente que se había congregado en la puerta de la Fiscalía, pero finalmente la convencieron. Uno de los temas que trató fue el robo de que habíamos sido víctimas, y obviamente, mintió. Aseguró, con hablar balbuceante, que la fiscalía no había tardado 18 horas en allanar, sino "20 minutos" (sic). En ese momento un señor que estaba detrás de ella se tomó la cabeza y miró hacia el piso. El intendente observaba el "discurso" de la fiscal Duarte con cara de incredulidad. Una periodista que sostenía un micrófono elevó sus ojos al cielo cuando la fiscal dijo "veinte minutos". Un especialista en lenguaje gestual se haría un festín con este minuto de video:

No se le pidió a la justicia de Necochea que investigara y recuperarar objetos perdidos. Se les proporcionó todo lo que necesitaban para esclarecer el delito, o recuperar algunas cosas. No sólo no hicieron eso, sino que se burlaron del damnificado, y la fiscal general, doctora Duerte, afirmó que "trascienden ciertas informaciones que general preocupación lógica en la gente", pero que "no son como trascienden". Frente a esto, el señor Gorla le dirigió una carta al intendente de Necochea el 05/03/2016, que nunca mereció una respuesta de parte del funcionario:

El 07/03/2016 se le informó al juez federal Ariel Lijo lo sucedido en Necochea, dado que la computadora robada almacenaba una causa penal tramitada en su juzgado. Se le solicitó a Su Señoría que, en caso de considerarlo prudente, emitiera un exhorto a las autoridades judiciales de Necochea para evitar la manipulación de tan sensible material.

El señor Gorla llamó a la UFI 30 el día 24/03/2016, desde Buenos  Aires, y le dijeron que la doctora Silvana Trinchero no lo podía atender en ese momento. Le pidieron que llamara al día siguiente. Así lo hizo, el 25/03/2016, y le respondieron que estaban refaccionando la fiscalía, por lo cual no podían atenderlo. Eso sí, le informaron que la causa había sido "elevada a juicio".

La causa es la número 1207/16, tramitada en la UFI 30. A pesar de haber tenido la oportunidad de indagar a las dos personas que sólo horas antes estuvieron en contacto con algunos de los objetos robados, de allanar (a destiempo), etc., nada se recuperó, y nada se aclaró. (Estamos tratando de indagar acerca del "juicio", pero la UFI 30 no brinda información.) No es el nuestro el único caso registrado, tal como lo refleja una reciente edición de Eco (22/03/2016):

Nosotros, los integrantes de la familia perjudicada por este ilícito, damos por descontado que los objetos robados no se recuperarán. Ya los dimos por perdidos. Algunos los repusimos con otros nuevos, otros aún no. De la documentación robada ya se gestionaron duplicados en la jurisdicción de origen.Lo que está en juego aquí no son los objetos materiales, o una computadora, aunque el hurto de su contenido (en fotos, documentos, etc.) representa una vulneración a la intimidad. De lo que se trata es de las falencias que demuestra el sistema judicial, que no son privativas de Necochea. Cuando, en casos como este, es posible asomarse a los entretelones de un proceso judicial, es lamentable comprender que el ciudadano está indefenso, y que lo mejor es que no necesite acudir a la justicia ni dependa de ella para resolver conflictos. Esto es particularmente frustrante para quien se encuentra -de vacaciones- a 600 kms. de su hogar, y su condición de turista no sólo es aprovechada por los delincuentes, sino también por los propios funcionarios judiciales, ya que todos ellos saben que lo único que pueden hacer el damnificado y su familia es emprender el regreso a casa... y no regresar jamás. De esa forma todo termina rápidamente: los ladrones disfrutando su botín, y las fiscalías archivando causas mediante trámites express.

Seguimos informando, e intentaremos obtener una copia del expediente, el mismo que la doctora Duarte "no puede mostrar".

01/04/2016. Una nueva llamada a la UFI 30 tampoco arrojó resultados positivos. La encargada de mesa de entrada le informó al señor Héctor Gorla que la doctora Trinchero se encontraba con una semana de licencia por enfermedad. Cuando se le explicó que la llamada era de larga distancia (Buenos Aires) y se le requirió otra persona que pudiera informar acerca de la causa, dijo que sólo podía transmitir lo que veía en su computadora. Y esto era que "la causa ya pasó a juicio", agregando que era "juicio oral". Se le explicó que quien llamaba era el damnificado, y que pretendía saber qué había alegado la persona imputada en la causa, que había estado en posesión de la computadora sólo unas horas antes del allanamiento. ¿La había tirado? ¿La había regalado? ¿Revendido? La señorita reiteró que no estaba en posesión de esa clase de información, y que no había nadie que pudiera proporcionarla.

En suma, no era mucha la información que la UFI 30 proporcionaba a los damnificados para informarlos del estado del trámite.

02/04/2016. Enviamos un mesaje al facebook de la Procuración General de la Nación. En otras oportundiades nos contestaron, en relación con las denuncias por el discapacitado. Creo que todos deberíamos seguir en nuestra cuenta de facebook esta cuenta:

 https://www.facebook.com/Procuración-General-de-la-Nación-120906011400653/

06/04/2016. Llamada telefónica a la UFI 30. Atiende siempre la misma empleada, cordial, quien repite las mismas cosas: que el proceso fue elevado a juicio, que está en un juzgado de garantías, etc. Agrega esta vez que hay un solo imputado (da nombre y apellido). Pedimos hablar con la doctora Silvina Trinchero, quien sigue con licencia por enfermedad. Ofrece comunicar la llamada al secretario, pero al regresar alega que el funcionario está ocupado con un detenido, "que llame en diez minuto". Se le explica que la llamada es desde Buenos Aires, y que no es posible llamar a cada rato. La semana entrante se intentará obtener alguna clase de infromación adicional.

14/04/2016. Llamada telefónica a la UFI 30. Atiende la empleada consabida, lacónica esta vez. Dice que no hay novedades, "que está en juicio", en el juzgado de garantías, que no puede informar nada más. Clic clic.

16/05/2016. Recibimos en nuestro domicilio la siguiente notificación (mañana nos pondremos en contacto con la fiscalía):

17/05/2016. Llamada telefónica a la UFI 30. Héctor Gorla mantiene una charla con la doctora Silvina Trinchero, quien explica que la causa va a juicio oral, según parece. Informa que no se recuperaron objetos robados, y que cualquier novedad la informará por teléfono. También comenta que el problema suscitado en este caso fue por negligencia policial, pues en la comisaría nos habían mentido al decir que se habían puesto en contacto con la ficalía, la noche de la denuncia. Sin descartar esta posibilidad, lo cierto es que el sistema no funcionó, y nuestros objetos robados se perdieron por completo. Responde que no hace falta que enviemos más pruebas para el juicio, pues es suficiente con las fotos de Prey presentadas con la denuncia. La doctora Trinchero también comentó un episodio ocurrido el día anterior en al fiscalía, que salió en los diarios de Necochea de este día (también debido a una desinformación producida en sede policial):

Intento de incendio en la fiscalía.

 

09/08/2016. Llamada a la UFI 30, desde Buenos Aires. Informan que la causa continúa elevada a juicio.

 

03/10/2016. Llamada a la UFI 30, desde Buenos Aires. Hablamos directamente con el fiscal Mirada. Informa que la causa continúa elevada a juicio. Da algunas otras precisiones: sólo pudieron imputar al/los acusado/s por "encubrimiento", ya que aseguraron que habían comprado la computadora de buena fe. Así que les hicieron una "probation" y la obligación de realizar "trabajos comunitarios". Nada se dijo del destino dado a la computadora, que indudablemente estuvo en poder de esta gente unas horas antes del allanamiento. Quizá también estuvieron en posesión de las otras cosas robadas. De eso, nada. Espero queen una próxima llamada me puedan informar algo más, aunque no parece muy probable.

9-10-2016. Artículo del diario Ecos:

01/11/2016.Tocan el timbre en casa. Ring ring. Es un policía de a 40, que viene a entregar una cédula. El agente la lee pero no entiende nada. Dice que por un episodio sucedido en Necochea nos ofrecen una "reparación". Hay que comunicarse con el juzgado antes de cinco días. ¿Cuánto ofrece el mputado? $ 300  ()trescientos pesos). 20 dólares, en números redondos. Surrealismo puro. Mirá, no es joda:

 

02/11/2016. Llamada al Jugado Correccional 1 de Necochea, donde amablemente nos atiende el señor Diego Servini, al mediodìa. Dice que habìa estado tratando de comuinicarse con el celular de Hèctor Gorla, pero èste le explicó que se lo habìan robado y por lo tanto habìa cambiado la lìnea. Se responde a la cèdula, diciendo que no nos interesaba el dinero (que ademàs era una suma ridìcula, tomando en cuenta la magnitud de lo robado), pero que no deseàmos que se cayera la probation, si la justicia habìa resuelto asì. Parece que el imputado no tenìa antecedentes, y por lo tanto le dieron este beneficio, y la causa no avanzò.Se deja constancia de que entendemos que, "si el señor Nolasco tiene la buena voluntad que dice tener", deseamos saber què hizo con la computadora que tenìa el dìa anterior al allanamiento, segùn las fotografìas del expediente y muchas otras que estàn en nuestro poder. El señor Diego deja todo por escrito. 

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CONSEJOS TÉCNICOS PARA RECUPERAR O BOQUEAR UNA COMPUTADORA PORTATIL PERDIDA O ROBADA.

(Inconcuso. Iremos desarrollándolo de a poco.)

 

Si usted posee una netbook, notbook o tablet, y se desplaza con ella por motivos de trabajo o de placer, entonces corre un riesgo positivo de perderla o de que se la roben. Esto también le puede suceder en su propia casa, porque los ladrones  entran y buscan, además de dinero, objetos pequeños, valiosos y fácilmente vendibles, entre los que están las computadoras portátiles. El avance de la tecnología hace que cada vez sean más los dispositivos electrónicos que se pueden rastrear y geolocalizar para su recuperación. Esto es incluso posible, hoy en día, con televisores Smart conectados a Internet. Lo dicho no significa que la ubicación y recuperación de los aparatos mencionados sea simple, fácil o sencilla, sino que si se dan las circunstancias propicias y si el dueño original tomó algunas precauciones básicas, corre con ciertas ventajas con posterioridad al episodio delictivo. Alguien que hurta un dispositivo "inteligente" ha logrado un botín interesante, pero también corre el riesgo de ser descubierto, tarde o temprano. Hay ejemplos a montones de esta última afirmación. Demasiados casos para incluirlos aquí. Y lo más interesante: cada vez son más. Uno de ejemplo:

Infobae. El caso del turista.

Otro ejemplo. Un señor compró una tv smart, de esas muy grandes, modernas y curvas, la llevó a su casa, la encendió y la conectó a Internet. La pantalla del aparato lanzó un chispazo y dejó de funcionar. Cinco minutos después el señor recibió una llamada telefónica, de alguien que le dijo "usted tiene mi tele robada". Mdia hora más tarde la policía tocó a su puerta. Por suerte el señor tenía la factura de compra, porque sino se habría visto involucrado en un caso penal. Moraleja: el tv le sacó una foto y lo geolocalizó. Lamentablemente estos aparatos "espían" también a los dueños, por lo cual las empresas que los fabrican ya han tenido una importante cantidad de denuncias.

Último ejemplo:

Taringa. Atrapado por DropBox.

El primer error que comete un damnificado por robo es cambiar las claves de sus cuentas, bloquear los teléfonos, modificar perfiles, etc. Esta es una decisión muy personal, pero hay que tener en cuenta que el ingreso del "caco" a las aplicaciones del usuario siempre deja rastros útiles. Así que la recomendación es ocuparse de las claves bancarias o las de aplicaciones importantes, y esperar un poco con las de emails. Dos ejemplos: en el caso de las cuentas de correo, tanto hotmail como gmail proporcional el ip, la localización y el dispositivo que se conecta, así como el registro del evento.Si la clave se cambia de inmediato, entonces los ladrones no podrán ingresar, y eso le quitará al dueño una buena posibilidad de rastreo. Otro ejemplo es el de Netflix, en los televisores Smart. Netflix registra también el lugar y el momento desde los cuales se accesó a la cuenta. Podemos mencionar también que los celulares traen sistemas de rastreo "nativos" asociados a las cuentas, de manera que si se activan las mismas uno podrá ver en un mapita la ubicación geográfica... Todo esto es muy lindo, pero tiene algunas contras. La principal es que por lo general, los ladrones lo saben. Un ladrón avezado tiene muy claro que por ningún motivo debe encender un celular o una computadora, ni conectar una tv smart a Internet sin que antes pase por las manos de un técnico informático. La otra contra es que no siempre la localización es exacta, sobre todo si el dato que tenemos es la Ip.

 

1) Software de rastreo, nativo del aparato o incorporado (ejemplos: Prey project, o incluso Lo Jack, que se ocupa de Localización, Rastreo y Recupero).

2) Geolocalización de Ip.

3) Geolocalización de mac adress. (Mac adress de routers, capturada por Google S.V. La Mac adress de la netbook por lo general se descarta.)

4) Rastreo por ingreso a correo y aplicaciones (hotmail, gmail, skype, dropbox, netflix).

5) Tecnología antirobo de Intel (Intel® Anti-Theft Technology).

 

CONSEJOS LEGALES PARA RECUPERAR UNA COMPUTADORA PORTATIL PERDIDA O ROBADA.

El problema que se le presenta a un damnificado de robo no es tecnológico. La tecnología va, de momento, muy por delante del marco legal, y del funcionamiento de la justicia. El gran dilema es qué hacer con los datos de rastreo obtenidos. Queda descartado utilizarlos en forma propia e intentar recuperar personalmente lo robado, porque entonces el peligro al que uno se expone es muy grande, y nada lo justifica. En muchos casos la información indica que lo robado está directamente en otra ciudad, y eso desalienta cualquier intento. Otras veces el rastreo satelital indica que el aparato se traslada rápidamente de un lugar a otro, de forma tal que cuado el propietario va a buscarlo a un sitio, ya está a cien kilómetros de distancia. Esto le pasó a un amigo. Su iphone robado estaba en la estación Retiro. De enojado que estaba, fue con otro iphone a la estación. Caminó por entre la gente y envió al aparato robado la orden de que genere un beep muy potente que se usa para estos casos, después de bloquearlo. Pero cuando volvió a mirar el mapa de la pantalla, advirtió que su celular estaba camino a Mar del Plata.

1) Marco legal.

2) Comisaría. Recientemente me contaba una señora que le habían hurtado un iphone. Dado que este dispositivo posee un sistema nativo de localización, pudo ubicarlo con otro iphone, perteneciente a su hija. El asunto fue que las coordenadas pertenecían al interior de la misma comisaría donde había hecho la denuncia. Cuando se presentó ahí y mostró las pruebas, le dijeron que era un error, o que a lo sumo el celular estaba dentro de la manzana, pero no en la sede policial. No hace falta aclarar que nunca se recuperó el aparato. La mayoría de las veces lo que anula cualquier iniciativa es la creencia de que los organismos policiales nada harán para ayudar a resolver el asunto, y lamentablemente eso, más que una creencia, es una certeza indudable. También existe la sospecha de que la policía conoe a los ladrones, y quizá se beneficia con parte de lo robado. Tal cosa queda en el terreno de las hiótesis, pero la indolencia de los agentes de la ley no hace más que alimentar esa teoría. Lo cierto es que la policía sólo investiga un objeto tecnológico robad cuando éste se asocia a una muerte o un secuestro extorsivo. Entonces sí, se ponen en funcionamiento los mecanismos tecnológicos de ubicación. Lo cual indica que de hecho existen. La Policía Federal Argentina posee toda la tecnología disponible para estos casos, pero la utiliza acotadamente. No hace mucho presenciamos las amenazas al presidente de la nación y a otros funcionarios, y vimos que rápidamente dieron con los autores de esos hechos, que habían utilizado tweeter y otras redes.

 

3) Fiscalía.

4) Juzgado.